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¿Por qué duelen las raíces de los dientes?

Las raíces de los dientes, a menudo, pueden sufrir molestias por una variedad de razones, desde caries o fracturas, hasta infecciones dentro o alrededor del diente.

El cepillado excesivo con técnicas inadecuadas o el uso de un cepillo demasiado duro, así como el consumo de comidas azucaradas y ácidas, pueden contribuir a nuestra sensibilidad dental.

A lo largo de este artículo, analizaremos las posibles causas y veremos una serie de consejos para que puedas detectarlo y evitarlo a tiempo.

Desde Clínica Montás queremos asegurar tu tranquilidad dental de la mano de nuestros mejores profesionales. Ante cualquier contratiempo, no dudes en contactarnos.

Características de las raíces de los dientes

Para ponernos en contexto, las raíces de los dientes son las estructuras anatómicas que se encuentran debajo de la corona del diente, dentro del hueso maxilar o mandibular. Algunas de sus propiedades más destacadas son:

  1. La longitud: varía dependiendo del tipo de diente y su posición en la boca. Por ejemplo, los dientes anteriores tienen raíces más cortas que los molares.
  2. La forma: las raíces de los dientes pueden tener diferentes formas, como cónicas, rectas o curvas. Puede influir en la manera en que se realiza un tratamiento de conducto o extracción.
  3. El número: algunos dientes tienen una sola raíz, como los incisivos, mientras que otros tienen varias, como los molares.
  4. La superficie: está cubierta por una capa de cemento dental, que se encuentra debajo del esmalte y la dentina. El cemento dental es más suave que el esmalte y puede desgastarse más fácilmente.
  5. La conexión con el hueso: están conectadas al hueso maxilar o mandibular a través de fibras periodontales, que ayudan a mantener los dientes en su lugar.

En resumen, es importante saber que representan un papel primordial para la salud y la función dental, ya que proporcionan soporte y estabilidad a los dientes.

 

El comportamiento de las raíces en la edad temprana

Las raíces de los dientes temporales, también conocidos como dientes de leche, se reabsorben de manera natural a medida que los permanentes comienzan a empujarlos y a reemplazarlos. 

Es un proceso regulado por el cuerpo, que involucra la actividad de unas células especializadas llamadas odontoblastos, que se encargan de degradar y eliminar el tejido óseo y dental que ya no es necesario. Cuando los dientes permanentes comienzan a empujar, los odontoblastos se activan y comienzan a reabsorber las raíces de los dientes temporales.

Este transcurso puede comenzar desde edades tan tempranas como son los 4 años, y puede durar hasta que se complete la erupción de todos los dientes permanentes (alrededor de los 12-13 años). 

A su vez, transcurre otro proceso normal de formación y endurecimiento de los tejidos dentales, la calcificación. 

Durante el curso, los mismos odontoblastos producen y depositan minerales, principalmente calcio y fosfato, en los tejidos dentales. Con el tiempo, los depósitos de minerales se acumulan en las raíces de los dientes, lo que resulta en su calcificación.

Resulta esencial para mantener la integridad estructural del diente y para asegurar que esté bien anclado en el hueso de la mandíbula, volviéndose más resistentes a la caries dental, las fracturas y otras lesiones.

En algunos casos, la calcificación de las raíces puede causar problemas, como la dificultad para realizar tratamientos de conducto, ya que el tejido calcificado puede ser más difícil de perforar y manipular, o puede afectar al crecimiento y desarrollo de los dientes, aunque esto es menos común.

Una vez analizado el marco de estas pequeñas estructuras, es necesario que puedas detectar los potenciales problemas a los que están expuestas.

 

Posibles daños en las raíces dentales

 

Entre ellos encontramos:

  1. Caries dental: se trata de una infección bacteriana que puede afectar tanto a la corona como a las raíces del diente. Si no se pone solución, puede extenderse y requerir un tratamiento de conducto o incluso la extracción.
  2. Enfermedad periodontal: es una infección de las encías que puede afectar también a las estructuras que sostienen los dientes. A medida que avanza, puede destruir el hueso y las fibras que sostienen las raíces, causando dolor y movilidad dental.
  3. Trauma: un golpe o una caída, puede causar fracturas o luxaciones en las raíces. En algunos casos, ésta puede incluso desprenderse del diente, lo que puede requerir un tratamiento de conducto o extracción.
  4. Desgaste dental: puede afectar a la superficie de las raíces, aumentando el riesgo de caries, sensibilidad dental y otros problemas.
  5. Enfermedades sistémicas: algunas, como la diabetes y la osteoporosis, pueden aumentar el riesgo de problemas dentales, incluyendo daños en las raíces.

Por tanto, es conveniente mantener una buena higiene dental y acudir regularmente a tu dentista de confianza para prevenir y tratar cualquier problema dental que pueda afectarte.

 

Cómo fortalecer las raíces de los dientes y evitar el desgaste

 

Para fortalecer las raíces de los dientes y evitar el desgaste dental es imprescindible seguir algunas prácticas saludables. A continuación, vamos a darte algunas recomendaciones:

  • Mantener una buena higiene dental. El cepillado regular, al menos dos veces al día, y el uso del hilo dental, para eliminar la placa bacteriana y los restos de alimentos de los dientes y encías, son imprescindibles para prevenir la caries dental y la enfermedad periodontal.
  • Consumir una dieta equilibrada con nutrientes como calcio, fósforo y vitamina D puede ayudar a fortalecer los dientes y las raíces. Algunos alimentos recomendados son productos lácteos, frutas y verduras frescas, carnes magras y frutos secos.
  • Evitar alimentos y bebidas azucaradas. El azúcar y los alimentos y bebidas ácidas pueden causar erosión y desgaste dental.
  • Utilizar protectores bucales que pueden proteger los dientes y las raíces de los golpes y traumatismos.
  • Realizar revisiones dentales regulares ayuda a detectar cualquier problema dental temprano, lo que puede prevenir el daño.

 

¿Es el composite un material fortalecedor?

Muchos de nuestros clientes tienen dudas acerca de este material, por ello creemos recomendable que conozcas algunas de sus características. 

El composite es un componente utilizado en odontología para tratar problemas dentales como la caries, la fractura dental, la erosión y la decoloración. A diferencia de otros materiales, se adhiere directamente al diente, lo que le permite conservar una estructura sana.

Por sí mismo, no fortalece las raíces de los dientes. Sin embargo, algunos procedimientos que utilizan composite pueden ayudar a proteger las raíces de los dientes y prevenir su desgaste, como, por ejemplo:

  • Sellado de fisuras: se aplica en las superficies masticatorias de los dientes para sellar las fisuras y prevenir la caries, evitando que las bacterias y los alimentos queden atrapados.
  • Restauraciones de dientes desgastados, debido a la erosión, el bruxismo, o el envejecimiento.
  • Tratamiento de conducto: se retira la pulpa dañada (el tejido blando que se encuentra en el interior del diente) y se llena el espacio con composite. Esto ayuda a fortalecer la estructura del diente y proteger las raíces.

En resumen, es un material útil en odontología. Si bien no fortalece directamente las raíces de los dientes, puede ayudar a protegerlas.

 

Esperamos que toda esta información te haya sido de ayuda para tener un mayor conocimiento sobre tu propia salud bucodental y, más concretamente, reconocer las posibles causas del dolor en las raíces de tus piezas dentales. 

Con todo, ya sabes que en Clínica Montás, estamos siempre a tu disposición ante cualquier inconveniente que puedas sufrir, siendo más que bienvenido en nuestra clínica de Moralzarzal

 

¿Qué hace un irrigador bucal? ¿Es recomendable su uso?

Cada vez más de moda, el irrigador bucal es un nuevo elemento que ha irrumpido con fuerza en el mercado español hace relativamente poco tiempo. Bastantes personas nos han preguntado sobre el mismo, si es o no necesario, qué beneficios presenta (también si existen riesgos), y si es mejor que el cepillo de dientes.

En definitiva: ¿es aconsejable el irrigador dental para una higiene bucal óptima?

En el presente artículos vamos a dar respuesta a estas y otras preguntas relacionadas con el irrigador bucal. Respuestas que esperamos te sean de gran ayuda a la hora de mantener una limpieza bucodental óptima. 

Con todo, si aún te queda alguna consulta pendiente de resolver no lo dudes: contacta con nosotros y encantados te asesoraremos. 

 

¿Qué es un irrigador bucal? Propiedades y beneficios del irrigador dental

El irrigador dental es un dispositivo que, gracias a la expulsión de agua a presión, sirve para remover los restos de comida que pueden haberse quedado alojados entre encías y dientes.

¿Su uso entonces es el mismo que el de un cepillo de dientes? No exactamente. Si bien ambos son compatibles y persiguen la misma meta (realizar una limpieza profunda de la boca) tienen objetivos ligeramente distintos: el cepillo de dientes, como su nombre indica, sirve para cepillarse las piezas dentales (es decir, una limpieza en superficie), mientras que el irrigador bucal sirve para llegar a sitios difícilmente accesibles con el cepillo normal. 

De esta forma, podemos destacar los siguientes beneficios del irrigador dental

  • Realizar una limpieza profunda en zonas interdentales, puentes o implantes dentales; donde es muy complicado llegar con un cepillo convencional.
  • La acción del chorro de agua a presión limita la formación de la placa, ejerciendo como prevención del sarro.
  • El efecto masajeador de este mismo agua a presión fortalece las encías y reduce la posibilidad de sangrado e inflamación.
  • Si bien no soluciona el problema del mal aliento, el irrigador bucal proporciona una sensación de mayor limpieza frente a la halitosis.
  • Reduce la posibilidad de que se generen manchas o que las piezas dentales amarilleen en una dentadura.
  • Es un dispositivo muy accesible cuyo funcionamiento puede ser fácilmente aprendido.

 

¿Existen riesgos y peligros del uso del irrigador dental?

Si se utiliza bien no, por supuesto que no. Los problemas derivan de su mal uso (al igual que puede ocurrir con el propio cepillo de dientes).

En este caso, estos contratiempos suelen concretarse en daños a las encías por un exceso de presión o una mala orientación del chorro del agua.
Con todo, este posible problema se soluciona fácilmente con un correcto empleo del irrigador bucal. Si tienes dudas con respecto al mismo, en nuestra clínica dental en Moralzarzal te enseñaremos en un momento. 

 

Comparación entre el irrigador dental y el cepillo de dientes

Como comentábamos al principio de este artículo, una de las preguntas reincidentes con respecto a este tema es si el irrigador bucal es mejor que el cepillo de dientes, y cuál de los dos utilizar.

Con todo, la cuestión es que ambos persiguen objetivos diferentes y, por lo tanto, son compatibles. Al igual que el hilo dental y el enjuague bucal, cepillo de dientes e irrigador dental pueden convivir en perfecta armonía para lograr una higiene bucodental óptima.

En este sentido, conviene saber qué diferencia a ambos:

Como su propio nombre indica, el cepillo de dientes sirve para cepillar los dientes, asegurando la limpieza uniforme (sobre todo si empleas un cepillo eléctrico) de cada una de las piezas dentales gracias a una correcta distribución de la pasta de dientes.

Por otra parte, el irrigador dental sirve principalmente para limpiar en profundidad los restos y sarro presentes en las áreas más inaccesibles de nuestra boca y a las que difícilmente puede llegar dicho cepillo.

 

Recomendaciones para el uso del irrigador dental

Con todo, si bien presenta grandes ventajas, te recomendamos acudir a tu clínica de confianza antes de incorporar un irrigador bucal a tu higiene diaria. 

El motivo de ello es que a pesar de que en la gran mayoría de casos es recomendable su uso, como hemos visto su mala utilización puede conllevar ciertos problemas. Unos problemas que pueden verse exacerbados en lo que respecta a encías sensibles u otros casos. 

Estamos seguros que tu dentista de confianza te asesorara sobre su correcto empleo y si es recomendable para ti. Al menos, en Clínica Montás nosotros actuamos siempre de esta forma. 

 

¿Con qué frecuencia usar un irrigador dental?

Si finalmente su uso es recomendado para ti, lo ideal es que lo utilices a diario. Al menos una vez al día. Aunque tampoco pasaría nada si decides emplearlo tras cada cepillado.

Por cierto, y a tenor de este asunto: un fallo habitual a la hora de lavarse los dientes es cepillarlos nada más terminar de comer. En este sentido, lo ideal es esperar 15-20 minutos tras la ingesta para evitar que las encías estén demasiado sensibles.

 

Uso del irrigador dental con aparato dental

Habitualmente, el irrigador dental es un dispositivo muy recomendable para aquellas personas que tienen ortodoncia. Gracias a él, podrás llegar mejor a todos los rincones de la boca que, de otra forma y debido a los brackets, sería muy complicado con tan solo un cepillo de dientes. Lo mismo ocurre con los implantes dentales, las prótesis fijas sobre dientes naturales o si tienes algún problema de movilidad que dificulte usar correctamente un cepillo.

Con todo, como bien habrás visto, hemos dicho “habitualmente”. Lo ideal es que antes de utilizar el irrigador bucal lo consultes previamente con tu dentista.

 

A modo de conclusión, reincidir en la necesidad de acudir a tu clínica dental de confianza antes de incorporar el irrigador dental a tu higiene bucodental diaria. Sus ventajas son muchas, de ello no hay duda, y seguramente su uso sea más que recomendable. Pero cada persona es única y conviene analizar cada caso antes de implementar medida alguna. 

En Clínica Montás estaremos encantados de atenderte y asesorarte sobre estas y otras cuestiones. Todo lo que sea necesario para asegurar tu bienestar bucal.

¿Qué es la periimplantitis? Un problema que puede afectar a los implantes dentales

1 de cada 4 pacientes tiene un implante dental. Según la Sociedad Española de Periodoncia (SEPA). El 24% de las personas con implantes dentales desarrollan en algún momento mucositis o periimplantitis

Se trata de una enfermedad relacionada con una infección bacteriana que puede conllevar la pérdida de estructura ósea, la cual puede acarrear graves problemas bucodentales.

Precisamente por ello, en el artículo de hoy vamos a ver qué es la periimplantitis, cómo puedes detectarla y prevenirla y los tratamientos existentes para ponerle solución.

Lee atentamente y así estarás informado de cuándo acudir a tu clínica dental de confianza. Aquí en Clínica Dental Montás, en Moralzarzal siempre estaremos dispuestos para ayudarte.

 

¿Qué es la periimplantitis?

La periimplantitis es una enfermedad infecciosa que produce inflamación en los tejidos que envuelven la raíz y la corona del implante dental. Puede conllevar la pérdida del soporte óseo que lo rodea. Es la principal causa de pérdida de un implante. En este sentido, existen dos tipos de periimplantitis:

  • Mucositis periimplantaria. Se trata de una inflamación que solo afecta a los tejidos blandos y puede provocar sangrados. Es similar a la gingivitis y es una complicación reversible. Eso sí, la detección a tiempo es importante para evitar la pérdida de hueso.
  • La periimplantitis. Se trata de la pérdida del soporte óseo que envuelve al implante. Puede provocar otros problemas relacionados con la retracción de las encías.

 

¿Por qué afecta a los implantes dentales?

Existen diversos factores que aumentan las probabilidades de sufrir esta enfermedad infecciosa. Con todo, podemos señalar dos principales causas que preceden la periimplantitis:

  • La sobrecarga oclusal. Es el estrés provocado por la masticación. Provocado, sobre todo, por la incorrecta colocación del implante.
  • La presencia de bacterias en la superficie del implante. Si la higiene bucal es deficiente, la flora bacteriana que se encuentra en la cavidad oral puede alojarse en la superficie del implante y, por ende, acabar desarrollando periimplantitis.

La periimplantitis y su relación con otras enfermedades periodontales

Las enfermedades periodontales son aquellas que afectan a los dientes naturales, mientras que la periimplantitis es resultado del uso de implantes. Con todo, existe un paralelismo entre ambas enfermedades.

Las enfermedades periodontales más frecuentes son la gingivitis, de la que ya hemos hablado anteriormente, y la periodontitis. Mientras que en la primera se produce una inflamación superficial de la encía, la segunda consiste en una inflamación profunda (no solo en la encía, sino también en el resto de los tejidos que sostienen el diente).

¿Qué relación existe entre la periimplantitis y las enfermedades periodontales?

La mucositis es similar a la gingivitis. Al igual que ella, se produce una infección superficial de los tejidos del implante. La periimplantitis, paralelamente, es una inflamación profunda que afecta a todos los tejidos encargados de la sujeción del implante.

En ambos casos es importante conocer los principales síntomas y asegurar un diagnóstico temprano de la enfermedad, para evitar un desarrollo negativo que requiera de intervención quirúrgica.

 

¿Cómo saber si tienes periimplantitis? 

¿Cuáles son sus síntomas y cómo garantizar un diagnóstico temprano? Los síntomas principales de la periimplantitis son los siguientes:

    • Enrojecimiento o inflamación de la mucosa que rodea al implante.
    • Sangrado y/o supuración alrededor del implante.
    • Dolor persistente alrededor de la zona.
    • Acumulación de sarro alrededor del implante.
    • Movilidad de la prótesis dental.
  • Pérdida de hueso.

Es importante acudir al odontólogo con carácter urgente ante la presencia de alguno de estos síntomas. El diagnóstico temprano es fundamental para evitar la pérdida del implante.

 

¿Qué tipos de tratamiento existen para tratar la periimplantitis?

En la actualidad existen diferentes alternativas para tratar la periimplantitis. Existen métodos alternativos a la sustracción del implante. El tratamiento varía en función del estado de la periimplantitis.

Si el diagnóstico es una periimplantitis en fase inicial (mucositis periimplantaria), suele resolverse de manera sencilla: utilizando tratamientos no quirúrgicos. En nuestra clínica te daremos las pautas para reforzar tu rutina de limpieza bucodental. También eliminaremos el sarro gingival que no hayas podido eliminar con una limpieza en profundidad.

Existe la posibilidad de optar por un tratamiento antibiótico. Se trata de frenar la infección bacteriana, siempre que el estado de la enfermedad no sea grave.

Por el contrario, si el estado de la infección ha llegado al diagnóstico de periimplantitis, será necesario añadir un tratamiento quirúrgico para evitar la pérdida del implante. Estos tratamientos pueden consistir en:

  • Retirada del tejido de granulación. Este tratamiento permite acceder a la superficie del implante, donde se encuentra el origen del problema.
  • Raspado subgingival. Consiste en eliminar la placa bacteriana alojada en la superficie del implante, tratando de facilitar la regeneración del tejido dañado.

Dependiendo de la gravedad de la infección, el procedimiento será resectivo o regenerativo o uno combinado.

  • Cirugía resectiva. Se trata de remodelar la encía, el hueso y los tejidos para eliminar las bolsas periimplantarias provocadas por la infección.
  • Cirugía regenerativa. Es el tratamiento ideal. Consiste en colocar injertos óseos y biomateriales que facilitan la recuperación de los tejidos perdidos por culpa de la infección. 

En cualquier caso, es vital un mantenimiento periódico de los implantes. Intentar evitar el desarrollo de la enfermedad y asegurarnos del estado de nuestra salud dental.

 

¿Qué medidas preventivas puedo incorporar en mi rutina diaria para evitar la periimplantitis?

La aparición de la periimplantitis no depende exclusivamente de tus hábitos, pero seguir ciertos consejos sí reducen sustancialmente las probabilidades de su aparición. En tu rol de paciente, debes cuidar al máximo tu higiene oral. Es importante cepillarse correctamente los dientes y usar productos específicos como el hilo dental o los enjuagues bucales para garantizar una higiene bucodental adecuada. Además, debes hacerte una limpieza profesional de manera periódica. De esta manera evitaremos la proliferación de bacterias, sarro y otros elementos que contribuyen a la aparición de la enfermedad.

Factores de riesgo en la periimplantitis

Existen algunos factores de riesgo que facilitan la aparición de la periimplantitis. Son los siguientes:

  • El consumo de tabaco y alcohol.
  • Una higiene bucal deficiente o incorrecta.
  • La mala calidad de la encía que rodea los implantes.
  • Un mantenimiento insuficiente de las prótesis dentales.
  • Enfermedades periodontales previas.
  • La diabetes u otras enfermedades que contribuyen al desarrollo de la enfermedad.

Por todos estos motivos, es fundamental la prevención de la enfermedad. Debes realizar pruebas y revisiones periódicamente, para comprobar el estado de tu implante y garantizar la salud de tu boca.

Esperamos haberte sido de ayuda resolviendo tus dudas principales respecto a la periimplantitis. Si tienes cualquier consulta sobre el tema u otra especialidad, no dudes en contactar con nuestra clínica de Moralzarzal

Estaremos encantados de ayudarte y proteger tu salud bucodental.

Qué es la Odontopediatría y por qué es tan importante para tus hijos

Cada vez más se habla de Odontopediatría entre los padres, y con razón. Al fin y al cabo, es la respuesta al dolor de encías en bebés, a las encías inflamadas en los mismos, a la corrección de dientes de los niños, al dolor de los dientes en los peques de la casa, al sangrado de encías, etc.

Sin duda es una de las ramas de la Odontología más importantes. No por nada, sino porque todos queremos el mejor de los cuidados para nuestros hijos.

En el artículo de hoy precisamente vamos a ver qué es exactamente la Odontopediatría, qué tratamientos y edades abarca, y cuándo es necesario acudir a su consulta. Así como otras preguntas de interés que sabemos inquietan a muchos padres como, por ejemplo: ¿Es seguro el uso de anestesia local en niños?

En Clínica Montás, como odontopediatras especializados, sabemos precisamente lo necesario que es resolver estas dudas para todos los padres y madres de Moralzarzal

¿Qué es la Odontopediatría exactamente?

Vamos allá con una definición de Odontopediatría exacta y concisa con la que aclarar conceptos:

La Odontopediatría (u odontología pediátrica) es la especialidad de la rama de la Odontología enfocada al tratamiento terapéutico y preventivo de la salud bucodental de bebés y niños.

Una especialidad que por supuesto también abarca a aquellos peques que requieren de necesidades especiales. Todo ello con el objetivo de prestar la atención médica necesaria para que tanto bebés como niños gocen de una salud bucodental impecable durante las primeras etapas de su vida.

Estos tratamientos son más importantes de lo que uno pueda imaginarse, pues se evitan no solo las enfermedades presentes, sino también previene de la aparición de patologías cuando uno ya es adulto. Afecciones que, desarrolladas en el tiempo, son mucho más difíciles de tratar. 

Pongamos un ejemplo: las incomodidades derivadas de los dientes de leche.

Es habitual pensar que, una vez desaparecen estos, también lo hacen sus patologías asociadas. Nada más lejos de la verdad: las enfermedades periodontales o gingivales pueden arrastrarse hasta la edad adulta si no se tratan a tiempo. 

¿Qué edad abarca la Odontopediatría?

Esta especialidad dentro de la Odontología centra sus tratamientos en bebés y niños desde los 6 meses hasta los 14 años.

En este sentido, es recomendable que los niños acudan al odontopediatra cuanto antes, ya que cuanto más adulto se es, más estresante puede ser su primera consulta para él.

Normalizar estos tratamientos y procesos ha de ser el primer paso para lograr que nuestros hijos cuiden de su salud bucodental. 

¿Cuáles son los principales beneficios de la Odontopediatría?

Sintetizando mucho esta cuestión, podemos resumir sus principales ventajas en: 

  • Prevenir la aparición de caries. Una prevención a tiempo es siempre el tratamiento menos costoso (y, desde luego, menos incómodo).
  • Detección de alteraciones de la dentición temporal. Incluso antes de la aparición de los propios dientes. Imprescindible para implementar los tratamientos adecuados en la corrección y correcto desarrollo de la dentadura.
  • Facilitar la transición entre la dentadura temporal y la definitiva. Un proceso que resulta traumático para algunos niños. La Odontopediatría precisamente evita esto mediante asesoramiento y atención especializada.
  • Fomento de buenos hábitos. Normalización de la odontología, enseñanza y adquisición de prácticas adecuadas tanto de higiene como de cuidado dental (que le serán útiles a lo largo de toda su vida), etc. También de los propios padres, para que sepan guiar convenientemente el desarrollo de sus hijos en este sentido. 

¿Qué tratamientos comunes hace un odontopediatra?

Veamos cuáles son los tratamientos más comunes en la Odontopediatría:

Ortodoncia

Es decir, asegurar el correcto desarrollo de los huesos maxilares y de los dientes en general. Este tratamiento tiene como objetivo corregir cualquier alteración indeseada del desarrollo óseo en edades tempranas, que es cuando la movilidad dental es mayor (y, por lo tanto, menos duradera y costosa).

Para la implementación de estos aparatos de ortodoncia, es necesario que hayan aparecido antes todos los dientes. Un hecho que suele darse a los 11 o 12 años de edad.

¿Es seguro el uso de anestesia local en niños?

Siempre y cuando no exista una contraindicación médica, la anestesia local (sea tópica o inyectada) en los niños no implica ningún riesgo para ellos (tampoco para bebés), ya que en todos los casos se gradúa la dosis de la anestesia en función de cada persona.

Caries dental

Tanto en su prevención como en su tratamiento. Esta patología infecciosa es, de hecho, más común de lo que creemos: en 2019 la Sociedad Española de Odontopediatría (SEOP) señaló que más 2 millones de niños españoles menores de 6 años tenía caries. Es decir, un 31% del total de niños de 6 años.

En este sentido, lo más habitual es la implementación de un empaste y corona, así como la extracción de la pulpa dental. Con todo, sin duda el tratamiento más efectivo es y será siempre la prevención. 

Selladores

Precisamente uno de los tratamientos preventivos más eficaces contra la caries. Preservar la higiene en los surcos y fisuras que suelen aparecer entre las piezas dentales durante su desarrollo puede ser una tarea bastante complicada. 

Para lograrlo, es recomendable aplicar sustancias especializadas en el sellado de estos espacios. De esta forma, se evita en gran medida la aparición de caries (aunque una buena higiene bucodental sigue siendo totalmente necesaria). 

Traumatismos y fracturas en los dientes

Sufrir un golpe que produzca una rotura del diente es algo relativamente normal en estas edades. 

Este tipo de traumatismos (sea una dentición temporal o permanente) requieren de una visita inmediata al odontopediatra, ya que incluso existe la posibilidad de volver a colocarlo de nuevo.

En el caso de fractura parcial debe ser el especialista el encargado de analizar la situación y determinar el tratamiento más adecuado en cada caso. Este puede consistir desde un simple pulido del esmalte hasta un tratamiento pulpar parcial o total.

Esperamos haber resuelto en este artículo todas tus dudas acerca de la Odontopediatría, sus tratamientos y cuándo es más necesario acudir a consulta. Con todo, si aún tienes alguna duda, recuerda que siempre nos tienes aquí presentes para ayudarte. Contacta con nosotros y encantados te asesoraremos y cuidaremos la salud bucodental de los peques de la casa. 

Tratamiento gingival: ¿Cuál es el tratamiento para la gingivitis?

7 de cada 10 personas desarrollan gingivitis en algún momento de sus vidas, la cual puede progresar sin ningún tipo de dolor hasta que de verdad se convierte en un problema real

Dentro de las enfermedades dentales que producen muchas molestias, sin duda la gingivitis es una de las más comunes. Molestias y enfermedad reversibles sí, pero que si no se tratan al debido tiempo pueden deparar en una más grave: la periodontitis.

En el artículo de hoy vamos a ver precisamente qué es la gingivitis, qué molestias concretas causa, cómo puedes detectarla, prevenirla y, lo más importante de todo, cuáles son los mejores tratamientos para ponerle solución.

Así siempre podrás estar informado de cuándo debes acudir a tu clínica dental en Moralzarzal de confianza para que te echemos una mano.  

 

¿Qué es la gingivitis y cómo se cura?

La famosa gingivitis no es sino una inflamación de las encías causado por las bacterias que conforman la placa bacteriana y el sarro que se deposita entre diente y encía (es decir, la base de las piezas dentales) provocando inflamación y sangrado en las encías del paciente

Como decíamos, inflamación y sangrado son las principales molestias asociadas a la gingivitis. Sin embargo, no son las únicas: en algunas ocasiones este sarro puede a su vez producir mal olor y sabor de boca.

Todas estas molestias son reversibles mediante un tratamiento adecuado que posibilite la eliminación de dicha placa bacteriana y sarro mediante ultrasonidos y curetas. Con todo, se ha de actuar cuanto antes para evitar que la gingivitis no derive en periodontitis.

La periodontitis es una grave infección de las encías que procede de la misma placa bacteriana y sarro que causa la gingivitis. Con todo, esta enfermedad afecta también al tejido blando y, a la larga, acabar con el hueso que sostiene los dientes.

 

¿Cuáles son las causas de la gingivitis? ¿Qué aumenta el riesgo de desarrollarla y cuáles son sus síntomas?

Como comentábamos en el punto anterior, el origen de todo es la placa bacteriana: esta se adhiere al borde de las encías. Si no se elimina mediante una correcta higiene bucodental, esta placa se endurecerá y formará el sarro. 

La existencia de este sarro facilita la infección bacteriana y, por lo tanto, la inflamación de las encías. Puede que en estas primeras etapas no sientas todavía ningún dolor, pero ya verás tus encías enrojecidas, aumentará la sensibilidad de las mismas, provocará un mal aliento persistente y puede que incluso sientas un cambio en la mordida.

Claros síntomas de que debes acudir a tu clínica dental antes de que esta pueda evolucionar en periodontitis y, por lo tanto, la posible pérdida de una o varias piezas dentales. 

Si bien es cierto que también existen ciertos hábitos o situaciones que pueden favorecer su aparición:

  • Fumar.
  • Puentes dentales que no encajan correctamente, dificultando el cepillado de estos y posibilitando la acumulación de placa bacteriana.
  • Determinados medicamentos; como fenitoína, ciclosporina o nifedipino.

 

¿Cuál es el mejor tratamiento para la gingivitis?

El tratamiento de la gingivitis contempla diversos pasos:

  • Periodontograma: antes de nada siempre es necesario realizar un correcto diagnóstico de la situación. Un diagnóstico que también nos ayudará a monitorizar el avance de los resultados en futuras consultas.  
  • Limpieza con ultrasonidos: gracias al mapa de las encías obtenido mediante el periodontograma anterior, procederemos a limpiar la placa bacteriana y sarro mediante ultrasonidos y curetajes manuales. Un proceso totalmente indoloro del cual no tienes que preocuparte. 
  • Cultivo bacteriano: mediante un control microscópico analizaremos si tienes bacterias anaerobias, las cuales ocasionan inflamación en las encías y el desgaste del tejido óseo. En caso de detectarlas, procederemos a eliminarlas para que tu boca cuente con una flora oral sana.
  • Cirugías periodontales: solo en los casos de periodontitis más severos, procederemos a realizar una cirugía que permita la regeneración ósea de tus piezas dentales. 

 

¿Puedo tratarme la gingivitis en casa?

El único método efectivo y casero es la prevención: una correcta higiene bucodental (más adelante te daremos consejos en este sentido) mantendrá a raya la placa bacteriana y el sarro

 

¿Cómo se cura la recesión gingival?

La recesión gingival es el proceso por el cual se retraen las encías con respecto a la corona del diente

¿Pero por qué esto es importante de cara a la gingivitis? Pues porque esa retracción expone partes del diente donde es muy fácil que se introduzcan restos de comida y, a su vez, faciliten la formación de placa bacteriana. 

Para evitarlo, siempre es recomendable reducir la dureza de las cerdas del cepillo de dientes, cepillarse con mayor delicadeza (incorporando ambas medidas evitamos así que la recesión gingival siga avanzando) y, finalmente, someterse a un tratamiento de injerto de encías

 

¿Qué medidas preventivas de la gingivitis puedo incorporar en mi día a día?

La gingivitis puede ser prevenida con una correcta higiene bucodental. Una higiene para la cual te recomendamos implementar las siguientes prácticas diarias: 

  • Emplea un cepillo de cerdas suaves y cepíllate después de cada comida. Cambia de cepillo cada 3-4 meses. 
  • En este sentido, un cepillo de dientes eléctrico te será más útil para eliminar la placa y el sarro que se forme.
  • Usa hilo dental (al menos una vez al día) para paliar la acumulación de comida.
  • También te recomendamos utilizar enjuague bucal, ya que es muy efectivo para reducir la placa.
  • Evita fumar.
  • Realiza una revisión periódica en la clínica dental. ¿Cada cuánto? Cada paciente requiere de un cronograma distinto, así que te recomendamos venir a consulta para que podamos aconsejarte un calendario personalizado en función de tus necesidades. 

 

Esperamos haberte sido de ayuda resolviendo tus principales dudas en torno a la gingivitis. Con todo, si tienes alguna otra consulta (relacionada con esta o con otra de las especialidades que tratamos en nuestra clínica de Moralzarzal) aquí nos tienes siempre disponibles.

Estaremos encantados de ayudarte y proteger tu salud bucodental.