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¿Por qué duelen las raíces de los dientes?

Las raíces de los dientes, a menudo, pueden sufrir molestias por una variedad de razones, desde caries o fracturas, hasta infecciones dentro o alrededor del diente.

El cepillado excesivo con técnicas inadecuadas o el uso de un cepillo demasiado duro, así como el consumo de comidas azucaradas y ácidas, pueden contribuir a nuestra sensibilidad dental.

A lo largo de este artículo, analizaremos las posibles causas y veremos una serie de consejos para que puedas detectarlo y evitarlo a tiempo.

Desde Clínica Montás queremos asegurar tu tranquilidad dental de la mano de nuestros mejores profesionales. Ante cualquier contratiempo, no dudes en contactarnos.

Características de las raíces de los dientes

Para ponernos en contexto, las raíces de los dientes son las estructuras anatómicas que se encuentran debajo de la corona del diente, dentro del hueso maxilar o mandibular. Algunas de sus propiedades más destacadas son:

  1. La longitud: varía dependiendo del tipo de diente y su posición en la boca. Por ejemplo, los dientes anteriores tienen raíces más cortas que los molares.
  2. La forma: las raíces de los dientes pueden tener diferentes formas, como cónicas, rectas o curvas. Puede influir en la manera en que se realiza un tratamiento de conducto o extracción.
  3. El número: algunos dientes tienen una sola raíz, como los incisivos, mientras que otros tienen varias, como los molares.
  4. La superficie: está cubierta por una capa de cemento dental, que se encuentra debajo del esmalte y la dentina. El cemento dental es más suave que el esmalte y puede desgastarse más fácilmente.
  5. La conexión con el hueso: están conectadas al hueso maxilar o mandibular a través de fibras periodontales, que ayudan a mantener los dientes en su lugar.

En resumen, es importante saber que representan un papel primordial para la salud y la función dental, ya que proporcionan soporte y estabilidad a los dientes.

 

El comportamiento de las raíces en la edad temprana

Las raíces de los dientes temporales, también conocidos como dientes de leche, se reabsorben de manera natural a medida que los permanentes comienzan a empujarlos y a reemplazarlos. 

Es un proceso regulado por el cuerpo, que involucra la actividad de unas células especializadas llamadas odontoblastos, que se encargan de degradar y eliminar el tejido óseo y dental que ya no es necesario. Cuando los dientes permanentes comienzan a empujar, los odontoblastos se activan y comienzan a reabsorber las raíces de los dientes temporales.

Este transcurso puede comenzar desde edades tan tempranas como son los 4 años, y puede durar hasta que se complete la erupción de todos los dientes permanentes (alrededor de los 12-13 años). 

A su vez, transcurre otro proceso normal de formación y endurecimiento de los tejidos dentales, la calcificación. 

Durante el curso, los mismos odontoblastos producen y depositan minerales, principalmente calcio y fosfato, en los tejidos dentales. Con el tiempo, los depósitos de minerales se acumulan en las raíces de los dientes, lo que resulta en su calcificación.

Resulta esencial para mantener la integridad estructural del diente y para asegurar que esté bien anclado en el hueso de la mandíbula, volviéndose más resistentes a la caries dental, las fracturas y otras lesiones.

En algunos casos, la calcificación de las raíces puede causar problemas, como la dificultad para realizar tratamientos de conducto, ya que el tejido calcificado puede ser más difícil de perforar y manipular, o puede afectar al crecimiento y desarrollo de los dientes, aunque esto es menos común.

Una vez analizado el marco de estas pequeñas estructuras, es necesario que puedas detectar los potenciales problemas a los que están expuestas.

 

Posibles daños en las raíces dentales

 

Entre ellos encontramos:

  1. Caries dental: se trata de una infección bacteriana que puede afectar tanto a la corona como a las raíces del diente. Si no se pone solución, puede extenderse y requerir un tratamiento de conducto o incluso la extracción.
  2. Enfermedad periodontal: es una infección de las encías que puede afectar también a las estructuras que sostienen los dientes. A medida que avanza, puede destruir el hueso y las fibras que sostienen las raíces, causando dolor y movilidad dental.
  3. Trauma: un golpe o una caída, puede causar fracturas o luxaciones en las raíces. En algunos casos, ésta puede incluso desprenderse del diente, lo que puede requerir un tratamiento de conducto o extracción.
  4. Desgaste dental: puede afectar a la superficie de las raíces, aumentando el riesgo de caries, sensibilidad dental y otros problemas.
  5. Enfermedades sistémicas: algunas, como la diabetes y la osteoporosis, pueden aumentar el riesgo de problemas dentales, incluyendo daños en las raíces.

Por tanto, es conveniente mantener una buena higiene dental y acudir regularmente a tu dentista de confianza para prevenir y tratar cualquier problema dental que pueda afectarte.

 

Cómo fortalecer las raíces de los dientes y evitar el desgaste

 

Para fortalecer las raíces de los dientes y evitar el desgaste dental es imprescindible seguir algunas prácticas saludables. A continuación, vamos a darte algunas recomendaciones:

  • Mantener una buena higiene dental. El cepillado regular, al menos dos veces al día, y el uso del hilo dental, para eliminar la placa bacteriana y los restos de alimentos de los dientes y encías, son imprescindibles para prevenir la caries dental y la enfermedad periodontal.
  • Consumir una dieta equilibrada con nutrientes como calcio, fósforo y vitamina D puede ayudar a fortalecer los dientes y las raíces. Algunos alimentos recomendados son productos lácteos, frutas y verduras frescas, carnes magras y frutos secos.
  • Evitar alimentos y bebidas azucaradas. El azúcar y los alimentos y bebidas ácidas pueden causar erosión y desgaste dental.
  • Utilizar protectores bucales que pueden proteger los dientes y las raíces de los golpes y traumatismos.
  • Realizar revisiones dentales regulares ayuda a detectar cualquier problema dental temprano, lo que puede prevenir el daño.

 

¿Es el composite un material fortalecedor?

Muchos de nuestros clientes tienen dudas acerca de este material, por ello creemos recomendable que conozcas algunas de sus características. 

El composite es un componente utilizado en odontología para tratar problemas dentales como la caries, la fractura dental, la erosión y la decoloración. A diferencia de otros materiales, se adhiere directamente al diente, lo que le permite conservar una estructura sana.

Por sí mismo, no fortalece las raíces de los dientes. Sin embargo, algunos procedimientos que utilizan composite pueden ayudar a proteger las raíces de los dientes y prevenir su desgaste, como, por ejemplo:

  • Sellado de fisuras: se aplica en las superficies masticatorias de los dientes para sellar las fisuras y prevenir la caries, evitando que las bacterias y los alimentos queden atrapados.
  • Restauraciones de dientes desgastados, debido a la erosión, el bruxismo, o el envejecimiento.
  • Tratamiento de conducto: se retira la pulpa dañada (el tejido blando que se encuentra en el interior del diente) y se llena el espacio con composite. Esto ayuda a fortalecer la estructura del diente y proteger las raíces.

En resumen, es un material útil en odontología. Si bien no fortalece directamente las raíces de los dientes, puede ayudar a protegerlas.

 

Esperamos que toda esta información te haya sido de ayuda para tener un mayor conocimiento sobre tu propia salud bucodental y, más concretamente, reconocer las posibles causas del dolor en las raíces de tus piezas dentales. 

Con todo, ya sabes que en Clínica Montás, estamos siempre a tu disposición ante cualquier inconveniente que puedas sufrir, siendo más que bienvenido en nuestra clínica de Moralzarzal